Aún hay que tener paciencia. Nada grande se hizo sin mucho amor, sin mucha paciencia, sin mucho sacrificio,sin mucho estudio, sin mucha Fe, sin mucho valor, sin mucha oración y sin estar a punto de madurez todo ello. El cimiento, que no se ve, es lo que más ocupa, y más tarda, luego va todo rodado. Así que, sólo si Dios lo quiere...
Renovada propuesta católica de regeneración democrática